Las redes sociales ofrecen una oportunidad perfecta para dar a conocer una marca, un proyecto o un personaje. Producir contenido para blog o difundir información en las redes mejora la interacción entre las entidades y el público.
No obstante, en muchos casos se olvida que se debe aplicar una estrategia de marketing de contenidos y de social media. Como consecuencia se cometen fallos que después pasan factura.
6 fallos que se deben evitar en tu estrategia de contenidos
No desarrollar una estrategia
Cada acción o mensaje que se desee trasladar, tiene que tener un propósito. Además, debe existir una misma línea de comunicación, es decir, coherencia en el tono, el estilo y la imagen. El tema central a tratar, también es esencial delimitarlo, nutrirse de las fuentes más fiables y aportar nueva información.
[Tweet «Si no se definen los objetivos, no se podrán evaluar los resultados. «]
Tener una mala interacción con el público
Por un lado, entre los errores más comunes se observa una falta total interacción con los usuarios. Justamente, el propósito de las redes es la comunicación. Supone el mejor entorno para conocer la audiencia, crear feedback y agradecer a quienes apoyan la entidad. Por el otro lado, se reconoce como mala praxis los casos en los que se ocultan o eliminan los mensajes por pertenecer a una crítica o queja.
Escribir títulos poco efectivos
El título debe resumir el texto en una frase y, a su vez, enganchar a quienes lo lean. De igual modo, se recomienda variar y publicar contenido nuevo. Se pueden utilizar herramientas que ayuden a crear títulos llamativos y nada repetitivos.
Hablar exclusivamente de uno mismo
Darse a conocer es parte del juego, pero pasarse da muestras de falta de empatía y de buscar el propio beneficio. Esto provoca rechazo y para mejorar la relación se puede optar por dar a conocer acciones de otros. Implicarse con otras personas y mostrar interés.
Falta de organización en las publicaciones
Otro de los errores comunes se halla en el abuso de las publicaciones. Cuando se exceden, en muchos casos la calidad se resiente, ya que no es fácil redactar siempre textos originales. En el lado contrario están los que aportan muy poco contenido. Por falta de tiempo o no tener habilidades de redacción, las redes y el blog quedan en el olvido. Una buena solución se encuentra en comprar contenido. Los textos los escriben redactores especializados y ofrecen una solución al mantenimiento de estos canales.
No medir los resultados
Los análisis ayudan a revertir los errores cometidos y proporcionan una mejora en la calidad de contenido. Existen diferentes herramientas que evalúan la repercusión o el alcance. Sin ellos, no se puede comprobar que los objetivos planteados se cumplen.