Cada vez son más las empresas que se animan a externalizar el marketing de contenidos. Esto les permite tener textos de calidad que mejoren su imagen de marca y generen engagement sin tener un departamento propio de redacción. Pero como ya te habrás dado cuenta, para que el resultado sea el esperado el briefing de redacción tiene una importancia vital.
¿Qué es un briefing de redacción y para qué sirve?
Un cliente de tu agencia quiere un artículo para su blog, o un texto para su web o incluso para una landing page. Tú conoces a tu cliente y sabes cuál es el estilo de redacción que utiliza y a qué público se dirige. Hasta aquí todo correcto.
Sin embargo, si contratas a un tercero para que elabore el texto que tu cliente quiere, debes tener en cuenta que el redactor no tiene ese conocimiento. Por eso, es fundamental que le des una serie de indicaciones, no solo sobre lo que tiene que escribir, sino sobre cómo debe escribirlo y hacia qué público debe orientarlo. Todo esto lo vas a recoger en el briefing.
Efectivamente, se trata de un documento con las instrucciones precisas sobre lo que debe tener en cuenta el redactor al hacer su trabajo.
Piensa que, cuanto más claras sean tus indicaciones, mejor se adaptará el contenido a lo que tu cliente está buscando, lo que te permitirá ahorrar mucho tiempo y a la vez mejorará el nivel de fidelización de tu cliente.
¿Cómo hacer un buen briefing?
Lo redactarás siempre por escrito, así el profesional que se encargue de la creación del texto lo podrá consultar cada vez que le resulte necesario.
Es importante que sea detallado, pero esto no implica que deba ser excesivamente largo. De hecho, un buen briefing debería ser:
– Breve.
– Conciso.
– Muy claro.
Se trata, en realidad, de un conjunto de instrucciones que deben resultar sencillas de seguir y no restar demasiado tiempo de trabajo al redactor.
¿Cuál es el contenido de un briefing?
El contenido del briefing puede cambiar en función del tipo de texto a redactar, pero hay elementos que son comunes en la mayoría de los casos. La información contenida en el documento debería ayudar al redactor a responder a las siguientes preguntas:
– ¿Qué tipo de contenido hay que elaborar? Informativo, publicitario, etc.
– ¿Qué objetivo busca el texto?
– ¿Quién es el cliente?
– ¿A quién va dirigido el contenido?
– ¿Qué requisitos técnicos deben respetarse? Uso de palabras clave, títulos y subtítulos, extensión del texto, tono a emplear, etc.
– Posibles fuentes de documentación a utilizar e incluso indicación de fuentes que no está permitido consultar para el trabajo.
– Requisitos de formato.
– Fecha de entrega.
Si esta información está bien recopilada y organizada, el redactor no debería tener problema para elaborar un texto que se amolde a lo que está buscando tu cliente. No obstante, siempre es bueno que exista una vía de comunicación rápida entre tu agencia y el redactor a fin de resolver posibles incidencias.
Pasos para realizar un briefing para redactores
Ahora que ya sabemos un poco mejor de qué estamos hablando y qué datos no deberían faltar en este documento, es momento de ver cómo hacer un buen briefing.
Sin llegar a ser un documento largo y tedioso, debe incluir las instrucciones necesarias para que el trabajo del redactor sea un éxito.
Presenta a la empresa cliente
No te limites a indicar al redactor la web del cliente para que la consulte. Apórtale información esencial como a qué se dedica y a qué público se dirige. Algo tan sencillo como esto puede ahorrarle mucho tiempo al freelance a la hora de empezar a trabajar.
Presenta a la audiencia
Definir al buyer persona es esencial. El redactor debe saber para quién está escribiendo, esto le permitirá adaptar tanto el tono como el lenguaje, e incluso ajustar el contenido en función de si el destinatario es alguien con conocimientos técnicos o si carece de ellos.
Cuanto más se concrete el perfil del lector mucho mejor. Conviene indicar género, edad, lugar de residencia, nivel socio-cultural e incluso cuáles son sus principales preocupaciones en relación con el tema a tratar en el texto (busca consejos, quiere información detallada, etc.)
Indica todos los requisitos técnicos necesarios
Si para ti no es agradable tener que estar dando vueltas con un texto hasta que el cliente lo acepta, para el redactor tampoco lo es.
Cuanto más exacto sea el briefing de redacción, menos riesgo existe de que el texto no sea aceptado a la primera.
Asegúrate de saber muy bien qué es lo que quiere el cliente antes de transmitírselo al redactor. Esto os ahorrará tiempo y trabajo a los dos y mejorará el nivel de satisfacción del cliente.
Usa una plantilla
Aunque cada vez que alguien quiere un texto las indicaciones van a ser diferentes, no te vendrá mal tener una plantilla creada.
Esto hará que, a la hora de tener que redactar el documento, no pases por alto ningún dato importante. Simplemente tendrás que rellenar los campos preestablecidos con la información del cliente y el texto que quiere.
Incluso puedes pasarle esta plantilla a tu cliente para que sea él quien la rellene. Así te aseguras de que el texto va a ser justo como él quiere.
Si usas esta última opción no pases nunca el briefing al redactor sin haberlo revisado antes. Recuerda que tu cliente no es especialista en marketing de contenidos y puede haber algunos errores.
Revisa el documento y haz ajustes si fuera necesario. Una vez que esté todo listo, es el momento de contactar con el redactor y pasarle las instrucciones para que comience a trabajar.
Simplificar para ser más eficiente
Puede que pienses que hacer un buen briefing te va a llevar mucho tiempo, pero una vez que hayas hecho dos o tres, verás que no es complicado. Especialmente, si utilizas una plantilla.
Merece la pena invertir tiempo en crear un buen briefing de redacción. Con él ahorras tiempo y problemas, consiguiendo que el trabajo del redactor sea de mayor calidad, lo que hará que tu cliente esté más satisfecho. Aunque, también puedes dejar esta tarea en manos de especialistas en creación de contenidos. ¿Quieres probarlo?