Internet se ha convertido en el medio de difusión por excelencia. Las redes sociales como Twitter generan más de 15.000 tweets por segundo y Facebook es una red que llega cada vez a más países y alcanza los 900 millones de usuarios. Un escaparate así resulta muy tentador para el marketing de contenidos. Pero, paradójicamente, no se trata de un medio masivo, sino totalmente personalizado. De esta forma, una adecuada estrategia de marketing requiere una adaptación a cada target y el uso de la herramienta SEO en función del público objetivo.
Hay que convertir los contactos desconocidos en amistades y las amistades en clientes
Las diferentes empresas deben aprovechar esta situación para acercarse a su interlocutor hablándole de tú, escuchando sus gustos e intereses y, en definitiva, ganándose su confianza para que resulte productivo para cada parte. Esto se consigue a través de las redes sociales, al comprar contenido online o al crear contenido para blog adaptado al público.
Una adecuada estrategia requiere, en primer lugar, un conocimiento del público objetivo, definir al cliente, sus aficiones y preferencias. El monitoreo también será una forma eficaz de conocer a los clientes, la competencia, etc. Una vez identificada la audiencia se debe agrupar y segmentar en función de las necesidades y características comunes.
Posteriormente, es necesario utilizar las herramientas y tendencias de las redes sociales y la tecnología, donde los redactores freelance darán a conocer el producto y, sobre todo, deberán mostrar una actitud dialogante e interactuar y empatizar con el interlocutor, siendo así capaces de responder en tiempo real, y encajando las críticas constructivamente.
Es necesario convertir los contactos desconocidos en amistades, las amistades en clientes y estos en recomendaciones. La forma de hacer esto es enganchando con un contenido fresco y atractivo, con vídeos, fotos, concursos, etc. y formando una comunidad online donde compartir experiencias y conocimientos.
La revolución 2.0 es una realidad; las empresas que no están en Internet, dejan de existir.