¿Cuáles son los recursos para interesar que deberíamos incorporar a nuestros textos? Cuando alguien comienza a leer nuestro contenido, podemos perder su atención en cualquier momento.
Cuestiones de interés
Dado que mantener el interés exige esfuerzo y voluntad, si lo que nuestro público encuentra no le llena, hará zapping mental: dejará de leernos y preferirá otros contenidos.
Por lo tanto, tienes que concebir y redactar cada texto como un todo estratégico que va activando permanentemente el interés de sus destinatarios. Es la única manera que te permitirá enganchar, desde el primer al último párrafo.
Recursos para interesar
¿Sabías que algunos ingredientes y planteamientos tienen la capacidad de despertar o mantener el interés de los lectores? Conocer y dominar estos recursos resulta imprescindible para escribir textos adictivos, de esos que nadie puede dejar de leer una vez que ha comenzado.
Su administración adecuada depende en gran medida del oficio que tenemos como redactores, del estilo y de la finalidad de cada contenido. Además, es irrenunciable conocer al público para adecuar la estructura a sus expectativas, gustos y necesidades. No se trata de yuxtaponerlos, sino de seleccionarlos y combinarlos de una manera sinérgica.
1. Intriga e interrogantes
La curiosidad siempre funciona. Cuando lanzas preguntas, planteas misterios o juegas adecuadamente con la intriga, el lector necesita seguir leyendo tu texto para saciar sus ganas de saber.
Muchos de los mejores bestsellers son una sucesión de interrogantes que se van respondiendo gradualmente y proporcionan un in crescendo continuado hasta el desenlace final. Es como ir dejando miguitas de pan en tu camino para llevar a los lectores hacia donde quieres. ¡Aplica este enfoque en tus redacciones online!
2. Actualidad
¿Qué cosas y temas de la realidad interesan verdaderamente a tus lectores? Aprovecha tus conocimientos sobre el target para ilustrar y ambientar tu contenido a partir de la actualidad que les ocupa.
Plantéate qué ha pasado o que les pasa a ellos en esos momentos e incorpora las noticias del día, de la zona y del sector al que pertenecen.
3. Pronósticos
Cuando anticipas algo que va a suceder, inmediatamente activas el interés. Sobre todo cuando aludes, como anticipábamos en el epígrafe anterior, a la actualidad del momento o a cuestiones capitales en los intereses de tus destinatarios.
Situar al lector en el devenir futuro de la historia sirve como gancho, ya que lo anima a continuar para poder comprobar esos hechos por sí mismo.
En realidad, estos pronósticos suelen ser de dos tipos: promesas y amenazas. Las primeras siempre son más positivas y motivadoras; aunque apelar al miedo, bien utilizado, también puede resultar eficaz en ciertos temas.
4. Sugerencias
Es mejor sugerir que mostrar. En cuanto desvelas, conviertes lo intrigante en evidente, por lo que el interés tiende a diluirse. Si mantienes en vilo a tus lectores con pequeños avances que suscitan permanentemente sus ansias de confirmación, les resultará antinatural abandonar la lectura.
5. Historias humanas
Nada hay más parecido a un ser humano que otro ser humano. Por eso nos enganchan las narraciones que cuentan historias de otras personas que son como nosotros. Si consigues que tu lector se identifique con los protagonistas de esas vivencias que cuentas, y las sientan como propias, necesitarán llegar al desenlace y saber cómo termina todo.
6. Lo concreto
Los contenidos abstractos resultan más teóricos, distantes y flojos desde un punto de vista de atracción y enganche. Selecciona minuciosamente aquellos datos e informaciones que concretan tu historia: rasgos de sus protagonistas, ambientes, atmósferas, localizaciones temporales y geográficas, hechos ocurridos, etcétera.
Recuerda que hay palabras que permiten dibujar en la mente del lector. Crea imágenes mentales impactantes, pero no seas tan exhaustivo como para que tu contenido parezca una sucesión de descripciones carentes de acción.
7. Cebos
¿Te has fijado alguna vez en cómo funcionan los magacines de televisión con más audiencia? Conforme va desarrollando el contenido, intercalan llamadas de atención, anticipos y cebos de interés respecto a lo que está por venir.
De este modo, el efecto imán se intensifica y la continuidad impide encontrar un buen momento para abandonar el programa. ¡Anímate a hacer lo mismo en tus redacciones!
8. Problema-solución
Presentar un problema, una carencia o una contradicción, poner el foco en ellos y, a continuación, desvelar cómo se resuelven o combaten es mano de santo para despertar el interés del público.
Esta estructura se ha utilizado muy frecuentemente en los contenidos publicitarios y, bien hilvanada, resulta infalible. Eso sí, tu lector debe conectar e identificarse con la problemática planteada.
9. Flashbacks
Los flashbacks permiten tratar en paralelo dos historias o enfoques diferentes de una misma historia. Son una promesa de que se va a desvelar contenido atractivo sobre nuevos hechos o información renovada sobre los ya conocidos. La combinación presente-pasado puede enriquecer muchísimo ese contenido que engancha deseado.
¿Estás decidido a convertirte en un excelente copywriter? Empieza a aplicar estos recursos para interesar a cada uno de tus textos. Los harás más adictivos y los resultados no tardarán en llegar. ¿El siguiente paso? Redactar un contenido vendedor.
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