Una gran cantidad de proyectos de redacción digital comienzan con los mismos objetivos: construir un nuevo sitio web, crear una hoja de producto o escribir un manual para usuarios. Para alcanzarlos, una excelente opción es utilizar un mapa de ideas.
Los mapas mentales te permiten el desglose de tus objetivos en las tareas que debes realizar. Ponen en marcha tu ingenio y creatividad y posibilitan la generación de ideas para la redacción. Gracias a ellos, puedes valorar múltiples variantes para que puedas adoptar las mejores decisiones.
Qué es un mapa mental
Es una técnica de brainstorming que imita esta inclinación natural a crear asociaciones. Se trata de un gráfico que organiza la información, liga y conecta conceptos y amplia las ideas básicas.
Si quieres emplear esta técnica en tu metodología de trabajo, en este artículo de la Universidad de Extremadura podrás ver una de las muchas funciones de los mapas mentales.
Las asociaciones conducen a más conexiones, cada una de las cuales suscita nuevas preguntas, problemas y soluciones probables que hay que considerar. MIentras elaboras los mapas mentales, eres libre de añadir todas las ideas que se te ocurran. Estas no se juzgan en este momento (todo se documenta), lo que permite incluir conceptos que de otro modo se descartarían.
Al recopilar todas estas asociaciones en un mapa de ideas es más fácil transformar tus proyectos y objetivos primordiales en planes factibles. En este sentido, te ayuda a establecer conexiones entre estos diferentes engranajes de información. Y, cuantas más enlaces haga nuestro cerebro con una idea, más probable será que la recordemos y la llevemos a cabo.
Cómo hacer mapas mentales
Crear un mapa mental que muestre un tema central rodeado de subtemas e hilos adicionales resulta bastante sencillo: solo tienes que empezar con un un tema rodeado por un círculo y luego ramificar desde el centro las ideas que se te ocurran. Incluye tantos subtemas, ramas y conexiones como necesites.
Elige una plantilla o hazlos a mano
Utilizar un template o un creador de mapas mentales puede ser una forma fácil de empezar. La gente lleva años dibujando mapas mentales. Con la llegada del software y las aplicaciones de mapas mentales, muchas personas los elaboran en sus propios ordenadores. Recuerda que hay multitud de programas y apps que te pueden ayudar. Incluso plantillas de Microsoft Word u OpenOffice resultan muy útiles.
Empieza con tu idea central y ramifícala
Si tienes dudas de por dónde empezar, escribe tu pensamiento o palabra objetivo justo en el centro del mapa de ideas y parte desde ese punto. De este modo, podrás realizar cada una de estas conexiones rápida y eficazmente. Hacerlas también ocurre de forma orgánica mientras dibujas el mapa. El uso de palabras, imágenes, líneas, colores, símbolos o números identifica y vincula conceptos.
- Has de poner siempre el papel de manera horizontal y, en el centro, escribir la idea principal o la palabra clave específica.
- Dibuja un círculo alrededor.
- Añade color a la palabra y al círculo. Procura que haya un mínimo de tres colores en cada mapa.
- Dibuja y etiqueta las primeras ramas. Simplemente haz una línea para cada subcategoría principal que se extienda desde el tema marcado con un círculo y etiquétala con una palabra o frase corta.
- Pasa a las siguientes ramas, las cuales deben ser más finas que los subtemas principales. También incorporarás ramas a las que ya has creado. Puede que incluso añadas otra primera rama tras descubrir algo que no sabías.
Revisión del mapa de ideas
Puedes seguir añadiendo y modificando nuevos enlaces o crear una versión pulida del mapa mental, hecho que dará lugar a un mapa de ideas bien estructurado. No olvides que mucho desorden inhibe tu capacidad de ver tanto el panorama global como los detalles.
No te quedes bloqueado en un área. Haz que tus ideas fluyan. Si un ramal no funciona, vuelve a la idea central y empieza de nuevo. También te puede ayudar decir lo que piensas en voz alta. Por último, mantén una rama de un color y otra de un tono diferente.
Si lo prefieres, puedes hacerlo más sencillo: olvida los colores y dibujos. Solo escribe una palabra, haz un círculo a su alrededor y añade ramas y otros elementos a medida que se te ocurran. Dedicar demasiado tiempo a dibujar imágenes, colores y líneas puede quitarle al mapa mental su carácter espontáneo.
¿Qué tipos de proyectos se benefician de los mapas mentales?
Casi todos los proyectos, tanto personales como profesionales, emplean los mapas mentales en sus primeras fases. Como redactor o copywriter te permiten comprender ideas y conceptos de tus fuentes de información para, de este modo, sintetizarlos y plasmarlos en tus textos y llegar a influenciar e impresionar a tus lectores.
Como ves, un mapa de ideas es una excelente herramienta de trabajo que te puede ayudar en todo tipo de proyectos. ¡Pruébala!