En la actualidad, las empresas han desarrollado nuevas soluciones para responder a una demanda heterogénea y cambiante. Como resultado, se ha innovado en la búsqueda de sistemas basados en licencias que se distribuyen como servicios. De este modo, hay dos modalidades que han ganado relevancia: SaaS y Micro-SaaS. En este artículo analizamos sus principales diferencias.
Las diferencias entre SaaS y Micro-SaaS
Ambas opciones tienen algunos puntos en común. Entre ellos, la necesidad de responder a un propósito estratégico de la compañía. Por ejemplo, una agilización en las cuestiones operativas o una reducción de costes internos. Sin embargo, como podrás comprobar a continuación, también poseen varias particularidades.
Naturaleza
¿Qué es SaaS? Este tipo de soluciones (software as a service, en inglés) están destinadas a obtener la licencia para un programa informático existente. Este suele involucrar todo un departamento o una actividad de la compañía (más bien, de un sector concreto). Son herramientas universales que disponen de un amplio panorama de posibilidades y que se proporcionan como servicio.
No sucede lo mismo con los Micro-SaaS, programas que se venden mediante una suscripción. Es decir, suele ser un software ya existente que se ofrece a las empresas mediante pagos periódicos. Cuando estos finalizan, el usuario deja de tener acceso. Por tanto, es una opción más vinculada al tiempo y que no pasa a formar parte de la propiedad del negocio.
Propósito inicial
Cuando se adquiere una herramienta SaaS, en cierto modo se busca una transformación en la compañía. Esto sucede, especialmente, con la transición digital, que se ha acelerado desde la pandemia. Por lo tanto, se pretende reestructurar los servicios y ofrecer una nueva experiencia de usuario.
El sistema Micro-SaaS, aunque es válido para todas las compañías, está más pensado para los emprendedores. En este caso, su menor potencial económico hace que necesiten soluciones adaptadas a pequeños problemas y que no les supongan un desembolso inasumible.
Toma de decisiones
Cuando apostamos por un software SaaS, la inversión técnica, organizativa y humana es mucho mayor, pues es necesario que haya un equipo controlando, supervisando y coordinando su puesta en marcha. Esto debe extenderse, a través de la formación, a trabajadores, clientes y demás personas que interactúen con el negocio.
Por el lado contrario, los programas Micro-SaaS son una versión simplificada. ¿Qué significa esto? Que pueden ser ejecutados por una sola persona. Esto conlleva una gran ventaja: se facilita la toma de decisiones. Todo el proceso de implementación, en consecuencia, es mucho más rápido y directo. Eso sí, el impacto que suele tener en la corporación suele ser menor.
Financiación
La adquisición de un sistema SaaS requiere una mayor necesidad de financiación. Estamos hablando de un software de calidad que otras compañías del sector pueden tener también. Por tanto, hay que adoptarlo desde una perspectiva de distinción, competitividad y superación. Esto, obviamente, puede requerir la entrada de capital por parte de inversores.
En cambio, Micro-SaaS suele ser sinónimo de un desembolso económico menor. La clave está en la personalización y, sobre todo, en las menores dimensiones de estos programas. En consecuencia, suele bastar con la financiación interna.
Público objetivo
Generalmente, las soluciones SaaS están destinadas a un nicho de mercado bastante amplio. Entre ellos, sectores empresariales completos que buscan aumentar su competitividad interna. Esto sucede, por ejemplo, con los softwares de marketing de contenidos, que son usados por asesores y por compañías que tienen este departamento en su estructura interna.
Por el contrario, las opciones Micro-SaaS buscan dirigirse a lo que se conoce como micronicho de mercado. Es decir, a negocios en concreto que demandan una herramienta particular para superar un obstáculo. Este puede ser el caso de una aplicación móvil corporativa que es desarrollada por fabricantes especializados para un negocio en concreto.
Beneficios y rendimiento
El rendimiento de SaaS está más proyectado hacia el medio y largo plazo. ¿Cuál es la razón de esto? Básicamente, porque es necesario formar al personal e integrarlo dentro de un ecosistema digital con plena coordinación. Todo esto lleva un proceso y se traduce en una inversión cuyos resultados son muy positivos, pero dilatados en el tiempo.
Cuando hablamos de Micro-SaaS, el panorama es bastante distinto. Los beneficios pueden ser inmediatos (o mejor dicho, rápidos), pero de menor importe. En su mayoría, están destinados a evitar pérdidas económicas por problemas operativos u organizativos. Se trata más de estabilización que de rentabilidad.
En definitiva, SaaS y Micro-SaaS son dos herramientas imprescindibles para afrontar la digitalización. El online marketing requiere una preparación intensiva, con una búsqueda constante de soluciones y una inversión potente. Los nuevos tiempos están demostrando cómo las licencias de programas son la clave para renovar el negocio.