Consejos para escribir textos que llegan al corazón

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cómo emocionar a los lectores

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Las batallas comerciales se ganan en el corazón. Saber cómo emocionar a los lectores es un elemento sustancial para el inbound marketing y la comunicación corporativa. 

¿Por qué la afectividad es tan importante al vender? En realidad, los productos y servicios cada vez son más parecidos. Salvo excepciones puntuales que pronto son igualadas por su competencia, la satisfacción física que experimentamos al utilizar un producto adecuado apenas se diferencia de la que sentimos al usar sus competidores.

Son los factores emocionales, la imagen, los factores de influjo subconsciente, las experiencias y la sensación de pertenecer a una comunidad determinada lo que nos lleva a elegir unas marcas frente a otras. Tanto es así que solo conseguirás clientes fieles si consigues enamorarlos de tu marca.

Consecuentemente, escribe siempre textos que llegan al corazón.

Por qué debemos emocionar a nuestros lectores

Si no generas una huella afectiva en tus destinatarios, tus mensajes no cumplirán su función. Primero, porque a nivel comercial las emociones y los sentimientos son fundamentales. Incluso las decisiones de compra más técnicas se ven condicionadas por percepciones subjetivas; por ejemplo, la confianza que nos inspiran el vendedor y la marca.

Además, las emociones determinan nuestras percepciones, nuestras interpretaciones y nuestros juicios. Por ello, cuando estás estresado o furioso te resulta dificilísimo captar y comprender la realidad, mucho más tomar buenas decisiones.

En tercer lugar, ¿cuántos textos y contenidos pretenden atraer a los mismos destinatarios que tú? Infinidad. Internet está plagada de ellos.

¿Cómo conseguirás diferenciarte, captar la atención y despertar el interés entre tanta competencia? Dirigiéndote a la afectividad de tu target. Escribiendo de corazón a corazón para enganchar, emocionar y suscitar una corriente de simpatía, o de atracción, que se mantenga en el tiempo.

Cómo emocionar a los lectores: recursos de redacción que funcionan

Piensa en un texto comercial escrito con faltas ortográficas. ¿Qué transmite? Falta de profesionalidad y desconfianza, desde luego. Te resultará difícil confiar en una marca así. Pero, si lo piensas bien, es una reacción absolutamente irracional.

Desde un punto de vista objetivo, las faltas de ortografía no guardan una relación directa con la productividad, la calidad o la eficacia del servicio que esa empresa podría prestarnos. Sin embargo, te resulta inevitable sentir que, dado que son tan descuidados en la redacción, trabajarán igual de mal el resto de sus actividades.

Recursos para emocionar desde el primer momento

El punto de partida no puede ser otro que conocer perfectamente a tu público. Si quieres redactar un texto que emocione a tus destinatarios, debes saber qué resortes, mensajes, conceptos, sensaciones y sentimientos lo consiguen. Y dirigirte a ellos. Si no sabes hacia dónde apuntas, difícilmente darás en la diana.

Con esta idea y estos conocimientos en mente te resultará más fácil escoger en cada momento qué recurso para emocionar debes emplear y cómo hacerlo.

1. Nostalgia

Consiste en esa mezcla emocional de tristeza, placer y afecto que sentimos al pensar en los tiempos felices del pasado. Es un recurso increíble para llegar al corazón de los lectores y, a la vez, crear comunidad y activar el sentimiento de pertenencia.

Cuando lees sobre los juguetes que empleabas, los lugares vacacionales a los que viajabas o tus centros escolares de antaño, algo se ilumina en tu interior y, quieras o no, te pones en modo sensible. Difícilmente dejarás de leer un texto con estos ingredientes.

2. Identificación

¿Qué novelas, series o películas son las que más nos gustan? Las que nos emocionan porque sentimos que sus protagonistas son iguales, o muy parecidos, a nosotros.

Si estás leyendo una historia ágil, atractiva y sorprendente en la que vives en primera persona cuanto le ocurre a su protagonista, no podrás dejarla hasta llegar al desenlace. ¡De eso se trata al escribir textos de cualquier tipo, incluidos los comerciales!

3. Subgéneros

En realidad, tienes que basarte en los subgéneros literarios clásicos, solo que adaptados a la situación actual. La descripción, la narración, el retrato, el cuadro, el carácter, la fábula, la parábola o el paralelo han demostrado su validez desde tiempos remotos.

Así, se convierten en formatos de referencia en los que debes inspirarte cuando deseas seducir con tus redacciones.

4. Imágenes verbales

Piensa en dos palabras que significan lo mismo: «progenitora» y «mamá». Al emplearlas, nos referimos a lo mismo. La primera palabra resulta fría, aséptica y lejana. Cuando leemos «mamá», vemos perfectamente esa imagen formada por todos los significados, experiencias y vivencias que le asociamos.

Usar un lenguaje rico en imágenes verbales supone dibujar con palabras y, de este modo, conseguimos emocionar a nuestro público.

5. Misterio

¡Nos encantan los enigmas! Cuando nos plantean un interrogante, tenemos la necesidad vital de solucionarlo o, al menos, de conocer su respuesta. Por eso funcionan tan bien las historias de intriga y los textos enigmáticos.

Incluye una buena dosis de este ingrediente en tus textos comerciales para hacerlos irresistibles. Como sucede al hablar en público, también puedes aplicar otros recursos, como el exotismo, la fantasía, el miedo, las analogías, el ritmo y las vivencias personales. ¡Ya sabes cómo emocionar a los lectores!

Foto de RF._.studio en Pexels