¿Quieres saber cuál es la extensión del post perfecto? ¿Redactas para obtener posicionamiento orgánico o para entretener y ser útil a los lectores?
Vamos a desvelarte los secretos del tamaño a la hora de escribir un buen artículo. ¿Debe tu próxima publicación contener más de 300 palabras o lo bueno, si breve, dos veces bueno?
¿Qué extensión deben tener mis contenidos?
Antes de nada, queremos recordarte algo: el contenido de calidad es el rey. Si quieres tener un blog que merezca la pena visitar, esto es algo que debes tener presente. No nos cansamos de hacer hincapié en ello, porque sabemos que tiene muchos beneficios. Entre ellos están:
– Mejora el posicionamiento SEO.
– Atrae más tráfico y capta leads.
– Aumenta la autoridad de tu sitio.
– Visibiliza tu marca.
– Incrementa el contenido compartido en redes sociales.
– Genera engagement.
– Optimiza tu ROI.
– Potencia tus acciones de marketing relacional.
– Fomenta la conversación online sobre tu marca.
– Aporta valor a tus clientes reales y potenciales.
Hasta aquí todo bien. Sabemos que el contenido debe ser de calidad, pero ¿qué extensión es la adecuada? Hay algunos factores a considerar al decidir la longitud del post:
– Contenido. El tipo de contenido limita, en muchas ocasiones, la longitud de un texto. No es lo mismo redactar la descripción de un producto, que un texto promocional o una página de introducción de un departamento de tu empresa.
Hay temas que deben ser tratados de manera breve, porque así son más efectivos. Otros, sin embargo, merecen una mayor extensión, porque, de lo contrario, no cumplirían con la finalidad para la que han sido creados.
– Público objetivo. Si escribes en un blog profesional, con expertos que desean obtener toda la información que puedas proporcionarles sobre un tema en concreto, no te quedes en un texto de 250 palabras. Aprovecha la ocasión para darles un contenido útil y de calidad. Así seguro que vuelven la próxima vez que deseen leer algo interesante.
Sin embargo, si redactas, por ejemplo, para un blog de humor, lo más habitual es que las extensiones de los artículos tiendan a ser cortas, para que su lectura sea rápida.
– Finalidad del texto. ¿Es un post publicitario, informativo, literario, con fines de entretenimiento o con una intención pedagógica y formativa? A la hora de hacer publicidad, normalmente, lo mejor es ser conciso. Si, por el contrario, quieres redactar un texto educativo o pedagógico, es preferible una mayor extensión.
– Necesidades de posicionamiento. Si hablamos de SEO, la tendencia es que, a mayor extensión, mejores puestos obtienes en los resultados de búsquedas online.
Sea como sea, lo que debes tener en cuenta es que tan malo es engordar un texto con información repetida, circunloquios o expresiones vacías de contenido, como resumir un artículo haciéndolo demasiado generalista o dejando fuera información de valor.
El auge de los textos largos
Ya te hemos dado algunas pautas importantes para saber a qué atenerte con tu estrategia de marketing de contenidos. Ahora llega el momento de los datos.
Quizá conozcas la actual predilección de Google y otros buscadores por los contenidos más desarrollados y profundos. De hecho, esto se basa en que son los propios lectores quienes los suelen preferir.
Ante esto, muchas webs de empresas han tomado nota y el 18 % de ellas ya tiene entradas de blog de 750 palabras o incluso más.
Además, el contenido largo supera al corto en un 40,54 % y las entradas a blogs con más de 2000 palabras son 6 veces más que las que se registraban en 2014.
También se ha reducido el número de blogs que cuentan con entradas de 500 palabras o menos. Son un 12 % menos que en 2015.
La razón es bastante sencilla: la mayor parte de páginas que logran aparecer en la primera posición de los resultados de búsqueda en Google tienen más de 2400 palabras, seguidas de las de más de 2300 en la quinta posición y más de 2000 palabras para la décima.
¿Cómo se traducen estos datos en números concretos y conclusiones? Te damos unas reglas que pueden serte útiles:
– Si quieres obtener comentarios e interacciones, redacta un contenido de unas 275-300 palabras.
– Si lo que deseas es que se comparta el contenido en redes sociales, elabora un texto que tenga entre 600 y 1500 palabras.
– Si quieres posicionamiento SEO y trabajas para aparecer en los primeros puestos de las búsquedas de Google, tendrás que escribir, al menos, 2500 palabras.
Aparte de todo esto, una cosa está clara. El posicionamiento en Google no tiene que ver solo con el número de palabras que incluyas en las entradas de tu blog, sino que entran en juego otras consideraciones. Entre ellas están los enlaces entrantes, el tráfico y el número de veces que el contenido se comparte en redes sociales.
Por encima de todo esto, solo cabe añadir una consideración final: independientemente de la extensión del post, redacta pensando en el lector. Es la principal razón por la que deberías escribir.
Foto de Negative Space en Pexels