En la actualidad las empresas son conscientes de la importancia que el marketing de contenidos tiene para su negocio.
El marketing no solamente se encarga de dar a conocer un producto o servicio y hacerlo accesible al público, sino que tiene la ingente tarea de convencer al usuario y lo más laborioso, complicado y determinante, a fin de cuentas, ganarse su confianza con el fin de lograr su fidelización.
Hasta ahora un buen trabajo de marketing de contenidos se satisfacía con la estrategia de contratar a redactores especializados, capaces de suministrar buen contenido para blog. Ahora es preciso ir más allá. Además de comprar contenido, está convirtiéndose en una estrategia recurrente la de contar con digital influencers.
Pero ¿qué son los digital influencers? ¿Son tan efectivos como parece?
El boca a boca o publicidad de la mano de los propios consumidores o clientes se ha extendido como un medio de gran efectividad para el éxito de las marcas. Es una vía rápida, barata y eficaz de obtener la confianza de un público que siente confianza hacia las opiniones y recomendaciones de otras personas que han adquirido un producto o servicio determinado. ¿Qué sucede si esa persona, además, tiene influencia? Por ejemplo, un famoso. No es nuevo que las marcas recurran a los famosos para vender sus mercancías. Ahora, con las redes sociales, las posibilidades se multiplican.
[ctt template=»3″ link=»utoBR» via=»yes» ]Digital Influencers: ¿es oro todo lo que reluce?[/ctt]
Qué es un influencer y cómo funciona la estrategia
Un influencer es aquel usuario que tiene muchos seguidores en una red social. Seguro que es fácil recordar algunos. Por ejemplo: Alejandro Sanz o Shakira. Millones de usuarios están pendientes de sus publicaciones y creen con firmeza en lo que dicen. ¿Qué sucede si Alejandro Sanz o Skakira tuitean diciendo lo buena y maravillosa que está la pizza de la marca X? Las ventas de pizzas de la marca X se multiplican.
Por un lado, contar con la ayuda de un influencer funciona. Pero la estrategia hay que definirla más. No basta con tener 4.000 seguidores en la red social para ser un influencer. Hay que asegurarse de que esos seguidores son reales y están activos y, sobre todo (algo fundamental), cuidar la calidad del mensaje que se da.
Cómo aprovechar el potencial de un influencer
1. Elaborar un mapa de influencia en torno a la marca.
2. Comprobar qué usuarios, realmente, están generando influencia en torno a la marca.
3. Escoger a aquellos influencers que de verdad están generando un gran movimiento y no solo a los que tengan muchos seguidores.
4. Trabajar en mensajes de calidad para que sean viralizados por el influencer. El mensaje tiene siempre que aportar un valor añadido.
Estas son las reglas para sacar beneficio de los influencers.