Que la realidad supera a veces la ficción es la máxima que puede estar detrás del éxito de los casos reales. Este es un tipo de redacción con una enorme trascendencia en el mundo del marketing actual, debido a los datos de audiencia que registran. A los usuarios les gusta y el impacto hace que sea una apuesta segura. Pero ¿qué tienen de particular? ¿Dónde está el secreto del éxito de la redacción de casos prácticos? ¿Cómo se escriben y por qué preferimos aprender con este tipo de casos? Te contamos las claves de una estrategia sumamente efectiva.
Características de la redacción de casos prácticos
Curiosamente, esta estrategia de marketing no es más que llevar los estudios de casos de otras disciplinas al mundo de la publicidad. Es un estudio de enorme impacto, porque queda manifiesto que los usuarios se sienten atraídos por el éxito ajeno, quieren saber cómo lo han conseguido otros paso a paso, para finalmente sentirse motivados a llevar a cabo una encomienda similar.
Es una acción reacción aprovechada por el mundo del marketing, que ha sabido sacar partido a esta inclinación popular a querer aprender con los ejemplos de éxito de otros. Un asunto a priori sencillo, pero que conlleva una serie de pasos a seguir; es decir, la redacción de casos prácticos lleva implícitos unos trucos o unas metodologías que tienes que conocer antes de ponerte manos a la obra.
Plantear un problema
Arrancar con un problema es el punto de partida y el denominador común de estos estudios. No importan la disciplina o el sector. Lo importante es plantear a la audiencia un problema con el que los usuarios o los espectadores se puedan sentir identificados.
La voz experta
Sería el segundo paso obligatorio. Será un experto el que analice la problemática planteada y proponga soluciones a estos problemas, que tienen que ser identificables por una mayoría de la audiencia. También es recomendable que sean problemáticas nuevas, poco abordadas en la red. Se trata de crear una necesidad y dar una solución.
La importancia de los datos y el análisis de los mismos
Los espectadores quieren datos. Números, cifras o porcentajes que avalen la voz de esos expertos o las conclusiones de un estudio. Es un aspecto valorado por la audiencia, que interpretará siempre estos datos como seriedad del estudio. Esta seriedad tiene que pasar, irremediablemente, por el análisis o la interpretación de esos datos con los que vamos a avalar el estudio planteado.
El hilo o la estructura a seguir
Una vez tienes el problema, el experto, los datos, los gráficos y el estudio de los mismos, entonces hay que redactarlo. En este sentido, la introducción del problema, el desglose del mismo y la resolución serán los pasos a seguir, dejando las conclusiones a la libre interpretación del espectador.
Por qué preferimos aprender con casos prácticos
A tenor de los datos, no cabe duda de que las historias reales o el hecho de aprender con ejemplos es toda una posibilidad didáctica, un fenómeno que responde a unas razones. Es decir, preferimos aprender con casos prácticos por unos motivos concretos. No se trata de nada que tenga que ver con el azar.
– Es un aprendizaje más dinámico. No es lo mismo enfrentarse a una gran cantidad de información que a un caso práctico, en el que se hace un ejercicio de análisis. El dinamismo es una de las principales razones. Aprender mientras estás entretenido es mejor que a través de un sistema que provoque tedio.
– La empatía. Sentirse identificado es otra de las razones por las que la audiencia en general prefiere este tipo de casos. Sentir que no eres el único que se enfrenta a un problema es altamente gratificante para la audiencia. Si a esto, además, le añadimos el hecho de que el problema tiene solución, la empatía se refuerza con la esperanza. Dos sentimientos de enorme poder y con un engagement alto.
– El formato. Ya sea escrito o en vídeo, uno de los formatos favoritos para este tipo de estrategias, el efecto es siempre satisfactorio. Es por la propia estructura de este tipo de casos que se mantiene despierto el interés del espectador. Una vez se identifica con el problema, querrá conocer los datos y el desenlace o solución al problema planteado. Es un desarrollo que guiará al espectador por una experiencia que concluye, como es lógico, con la necesidad de conocer la solución a ese problema con el que has identificado a dicho espectador.
– Ameno y entretenido. No importa si el espectador se identifica. En muchos casos, una persona puede que se quede pegada a tu estudio de caso por el simple hecho de sentir curiosidad. Una condición humana que debes saber aprovechar si vas a incluir en tu estrategia este tipo de estudios. Cuanto más atrayente sea el problema y menos abordado, mayor será la curiosidad que despertarás.
La redacción de casos prácticos es todo un arte que merece la pena desarrollar si quieres incidir en la audiencia, pero debes saber dominarlo. ¡Sigue estos consejos!
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