Sí, el contenido para blog es imprescindible, en una estrategia de marketing de contenidos, pero no hay que olvidar los objetivos que se pretenden lograr: un posicionamiento SEO relevante, es decir, que se produzcan visitas hacia la página web. Por ello, al comprar contenido a redactores especializados, estos crean contenido y evitan ciertos errores que hacen que el posicionamiento se resienta.
Errores en posicionamiento SEO
– Abuso en palabras claves: las keywords tienen una gran relevancia y, por supuesto, han de estar en el cuerpo del texto (además de usarlas en negrita, por ejemplo), pero no hay que abusar de ellas. Las palabras claves valen más por la calidad que por la cantidad. Además, es necesario realizar una buena investigación y observar la relevancia. En este sentido, se pueden usar tanto el planificador de palabras claves de Google como la herramienta Moz.
– No prestar atención al longtail: debido a la centralización en las keywords, a menudo, se olvida definir las palabras más concretas, que especifican el producto o servicio que se ofrece. Sin embargo, cuanto mejor definan esas palabras claves, cuanto más exactas sean, será más fácil posicionarlos.
[Tweet «Lograr posicionamiento SEO no es fácil. Más complicado es si se cometen ciertos errores.»]
– No establecer un contenido relevante: Google solo posicionará el contenido único, el que considere mejor para ofrecer una óptima experiencia de usuario. De nada vale copiar contenido de otras webs (de hecho, se obtendrá el efecto contrario, con penalización por parte del buscador), ni publicar un post corto y lleno de palabras claves repetitivas.
El contenido ha de ser útil y relevante. Por otra parte, la extensión también es un factor a tener en cuenta: hay que procurar no publicar artículos no inferiores a las 300 palabras. Tampoco hay que incluir «contenido relleno». Más vale un artículo original de 250 palabras que uno de 500, en el que la mitad del contenido sea «paja».
– No incluir enlaces. Google tiene muy en cuenta los enlaces, tanto internos como externos, incluidos dentro de un contenido. Los enlaces internos hacen más fácil y visible todo el contenido de la página web y mejoran su navegabilidad. Los enlaces externos y de calidad mejoran la reputación de la empresa.
Hay que tener en cuenta que, en este aspecto, también prima la calidad ante la cantidad. Si la empresa consigue enlaces externos de empresas con buena reputación online, Google mejorará la notoriedad de la marca y ofrecerá un mejor posicionamiento.
– Comprar enlaces. Se podría pensar, atendiendo a lo anterior, que una vía fácil es comprar enlaces y, sin embargo, Google y su algoritmo Penguin están muy atentos a estas prácticas. Cuando se percatan de esto, penalizan el posicionamiento y puede resultar difícil recuperarlo.
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