Todos pretendemos conseguir un excelente posicionamiento en buscadores. Por eso, muchos redactores y profesionales del marketing se preguntan permanentemente cómo escribir para Google.
Sin embargo, no te engañes, lo importante no estar bien posicionado, sino conseguir tráfico, primero, y conversiones después. Es decir, no basta con gustar a Google y a sus algoritmos, tienes que enamorar también, sobre todo, a tus lectores.
Dicho de otro modo, lo que buscas es conseguir más usuarios, lograr que se empapen con tus contenidos e interesarlos por tu oferta. En consecuencia, al escribir tus textos debes orientarte hacia el posicionamiento natural, desde luego. Pero, fundamentalmente, a conseguir conversión.
Cómo escribir para Google
¿Acaso Google y los lectores buscan contenidos diferentes? En la teoría, no. El buscador de buscadores es el máximo interesado en encontrar aquellos textos ideales para quienes los están buscando. ¿Cuál es el problema? Que sus arañas de búsqueda han de encontrarlos, analizarlos, catalogarlos y recomendarlos. Y no son humanos.
Muchos expertos en SEO, con buen criterio, se afanan por identificar qué criterios aplican los motores de búsqueda. Una vez conocidos, redactan los contenidos en función de ellos. De este modo, a medio o largo plazo, confían en posicionar bien.
Así, estos son los principales recursos que debes aplicar, en 2022, para despertar el interés googleliano:
- Escribe con empatía, pensando siempre en las expectativas y necesidades del target.
- Investiga y aplica palabras clave estratégicas.
- Desarrolla mucho contenido, de excepcional calidad. Si es interesante y el público lo busca y lo valora, Google acabará dándose cuenta.
- Trabaja el link building. Aplica enlaces internos y externos y consigue links a tu web desde páginas de autoridad.
- Incorpora atributos ALT en las imágenes utilizadas, que siempre han de ser coherentes con el texto.
- Optimiza el título, los encabezados, el metatítulo y la metadescripción, considerando las keywords indicadas.
- No repitas en exceso las keywords, pues Google puede terminar penalizándolo.
- Aplica, eso sí, un campo semántico muy amplio, con sinónimos y vocabulario específico.
- Redacta textos fáciles de comprender, interesantes, emocionantes y positivos.
- Aplica los principios de redacción optimizada para e-commerces.
- Engancha desde la primera línea y no olvides incorporar la palabra clave principal lo más al principio posible.
- Incluye una conclusión y una llamada a la acción, junto a la keyword principal, en el último párrafo.
Qué necesita el usuario web
Fundamentalmente, un texto apasionante que responda a sus necesidades. Si algo le ha movido a buscar en Internet es una duda, una expectativa o una urgencia. Precisa encontrar una información que dé cumplida respuesta a sus motivaciones. Sin más florituras.
A él, en realidad, no le preocupan las palabras clave, ni la densidad ni su colocación. Es más, pueden llegar a molestarle. Una vez que ha utilizado la elegida para encontrar su contenido, él aprecia un texto fluido, ágil, motivador y fácil de leer.
Si repetimos palabras clave o sinónimos una y otra vez para enriquecer el contenido de cara a Google, el ritmo se ralentiza y al lector le cuesta más disfrutar el texto. ¿Entiendes ahora por qué decimos que los intereses del buscador de buscadores y los de sus usuarios no coinciden en todo?
Qué le gusta a los lectores de contenido web
Podríamos enumerar en este apartado infinidad de técnicas, recursos y elementos. No queremos extendernos tanto, pero sí vamos a proporcionarte algunas pinceladas básicas de enfoques muy valiosos para enamorar a los lectores. A Google le traen más sin cuidado, pero no deben faltar en lo que redactes si aspiras a conseguir conversión:
- Claridad y adecuación. Si no comprenden lo que escribes, se marchan a otro sitio. Así que la lectura debe resultar sencilla, al tiempo que precisa, completa y rigurosa. Adapta el nivel, el léxico y el enfoque a tu público objetivo. Por ejemplo, no es lo mismo escribir un post sobre coches eléctricos para ingenieros, ecologistas o potenciales compradores.
- Entretenimiento y agilidad. Vivimos en la sociedad de la imagen. Y de la prisa. Todo es inmediato: ¿de verdad crees que un texto va a enganchar a alguien cuando resulta lento, monótono y tedioso? Con la cantidad de alternativas existentes, estás condenado a la indiferencia y el abandono si no diviertes y eres rápido con tus redacciones.
- Empatía e información personalizada. Si sabes lo que busca tu lector, puedes ofrecérselo. Para eso necesitas conocerlo, ponerte en su lugar y escribir de forma individualizada, solo para él. ¿Eres capaz de hacerlo?
- Naturalidad y fluidez. En general, la mayoría somos gente maja. Y, como tales, conectamos con las personas, las marcas y las entidades que son del mismo modo. Así, evita lo pomposo, escribe en positivo y sé fluido. Si creas buen rollo, además de informar y persuadir, elegirán tu contenido.
Entonces, ¿para quién hay que escribir?
La respuesta es sencillísima de decir y más complicada de hacer: para ambos. El mejor copywriter debe combinar cómo escribir para Google y cómo hacerlo para el lector. Tus textos deben incorporar los cebos, imanes y ganchos requeridos para los dos destinatarios. No solo deben convivir, también han de generar sinergias entre sí. ¡A por ello!