Cuando queremos comunicar y aumentar nuestra presencia en medios sociales debemos tener muy presente a quién confiamos esa comunicación.
Ningún social media será un experto en acercar una marca a un potencial cliente si no se documenta, investiga, lee, escucha la radio o ve un poco de televisión; difícilmente creará un excelente plan de marketing de contenidos si no se mueve en la calle y se acerca al consumidor para conocer las preferencias del momento o incluso las carencias que percibe en el mercado y, más importante aún, en su vida. Llegar a tiempo para llenar ese hueco, esa necesidad del usuario será una gran baza a favor de la marca / empresa.
La empatia y los consumidores
Publicistas o redactores freelance que realicen ese tipo de investigación e interacciones, sí desarrollarán una empatía hacia el usuario o cliente, ofreciéndole el contenido que justamente está esperando, el contenido para el que está receptivo y a través del cual generará un interés genuino hacia el producto o la marca.
Esta creación de contenidos acertada conectará a las personas con la marca; como bien señala Simon Sinek, conocido coach en liderazgo inspirador, «si no entendemos de personas, no entendemos de marcas». Se trata pues de «inspirar» cuando comunicamos, de llegar al consumidor; no se trata tanto de hablar de las maravillas de nuestro producto: hay que lograr que el consumidor crea en la marca y en lo que les está ofreciendo.
Objetivo primordial es pues, crear una relación de «tú a tú» entre ambas, objetivo al que nos aproximaremos más fácilmente siguiendo las pautas antes descritas: salir a la calle a conocer nuestro público y olvidarnos un poco de que estamos haciendo una estrategia de «no estrategia»; pasar a dialogar en lugar de plasmar resultados en una tabla de excel o escrutar continuamente nuestro posicionamiento SEO. Dicho posicionamiento, cuando el consumidor nos «ame», cuando nos «sienta», cuando le ofrezcamos justo lo que está necesitando o crea necesitar, llegará por sí solo.