El año 2015 pasará a la historia del social media como el año del marketing de contenidos. Una tendencia consolidada que ha llevado a muchas marcas y empresas a dar el salto hacia la implantación de estrategias digitales medibles e inteligentes. Según el Content Marketing Institute, el 70 % de negocios B2B crearon más contenidos durante 2014 que en años anteriores. Pero además, a la hora de crear contenido para blog o web, es fundamental tener en cuenta a un nuevo actor, el denominado “closed loop” o marketing de circuito cerrado.
¿En qué consiste el closed-loop marketing?
Toda campaña de marketing online, planteada desde el punto de vista del inbound marketing, se basa en 4 pilares: atraer, convertir, cerrar y enamorar , materializados en los procesos de atracción y captación (seguidores o fans), conversión (formulario de registro), lead nurturing (para animar a avanzar en el ciclo de compra), venta (cliente) y servicio de postventa. En todo este camino, la unión y colaboración entre los departamentos de marketing y ventas es crucial. Para ello, existen herramientas que permiten conocer qué parte del proceso supone una fortaleza y cuál una debilidad para el desarrollo de la empresa. Es decir, saber a qué acciones o técnicas de marketing se le debe atribuir la consecución de leads y determinar qué canal ha contribuido más a generar clientes. Sin un circuito cerrado o closed loop marketing sería impensable.
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En cada ciclo o estado la marca deberá ofrecer contenidos y ofertas personalizadas a los usuarios. Por eso, a la hora de comprar contenido a agencias externas o redactores freelance, es vital tener en cuenta esta máxima. Avanzar en el proceso de compra, dosificando el contenido, de menor a mayor complejidad, variando tanto el tipo como su formato y densidad.
Y en este punto, es donde el marketing de circuito cerrado cobra importancia. A través de esta filosofía se pretende poner de relieve la interacción de mensajes de forma bidireccional con los visitantes de un sitio web. Y para mantener este feedback es necesario que se les presente un contenido adaptado a sus preferencias, necesidades y expectativas. ¿Cómo? A través de la información que se obtiene de sus acciones, de sus interacciones en diversos canales, desde que es lead hasta que se convierte en embajador de una marca.
En definitiva, sea cual sea el objetivo de una campaña de marketing online –fidelizar, vender, crear expectación en torno al lanzamiento de un nuevo producto-, será necesario trabajar desde el punto de vista de un circuito cerrado o “closed loop”. No solo para atraer, convertir y vender, sino también para calcular el retorno de la inversión (ROI), conocer las fortalezas y debilidades de una marca y recabar información valiosa sobre el target.