La publicidad nativa: una forma eficaz de mejorar tus ventas

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​​Las nuevas tecnologías han influido poderosamente en los métodos comerciales. Y la publicidad no ha sido una excepción.

Así lo prueban formas de llegar al consumidor como la llamada publicidad nativa (en inglés, «native advertising»), que se basa en la creación de contenidos digitales.

En este artículo explicaremos detalladamente en qué consiste, las distintas modalidades que tiene y las ventajas que aporta a las empresas.

​¿Qué es la publicidad nativa?

Para situarla en su contexto, lo primero que debe mencionarse es que se trata de un tipo de publicidad digital u online. Esta, generalmente, se basa en meros anuncios insertados en una página web que, al hacer clic en ellos, te redirigen a otros contenidos para que efectúes alguna compra o te suscribas a un determinado producto. Es un sistema que cansa al usuario debido a su reiteración, ya que muchas veces puede llegar a molestar cuando quieres leer una noticia de interés, lo cual acaba generando cierta desconfianza. Además, como consecuencia de ello, provoca el efecto contrario al esperado, que el usuario no realice la compra.

Sin embargo, la publicidad nativa llega más lejos. Porque, si está bien hecha, el consumidor no percibe que se halla ante un anuncio promocional. Sentadas estas bases, podría definirse como un tipo de publicidad que se integra a la perfección, tanto contextual como visualmente, en el medio online donde aparece, de tal suerte que el usuario no se da cuenta de que está ante un mensaje promocional.

Así, la publicidad nativa ofrece muchas ventajas respecto a la tradicional. Algunas de ellas son las siguientes:

– Tiene un menor coste para el anunciante. Al aprovecharse de los contenidos que interesan al consumidor para mostrarse, tiene un porcentaje de difusión mucho mayor, haciendo llegar su mensaje a un número mucho más elevado de potenciales clientes.

– Es menos agresiva. Al integrarse armónicamente en un contenido que interesa al consumidor, este se siente menos presionado para realizar la compra del producto o servicio.

– Permite una mejor segmentación del mercado. Si, por ejemplo, hablamos de un anuncio de coches que aparece contextualizado en un blog de vehículos, el anunciante ya sabe que tiene acceso directo a su público objetivo, realmente al que le interesa llegar. Además, al no presionar al consumidor para que vea su anuncio, sino que acceda voluntariamente, obtendrá un mejor ratio de ventas por visita.

​Clases de publicidad nativa

Bien es cierto que no todas las acciones de «native advertising» son iguales. Existen diferentes tipos, que se pueden agrupar en dos grandes clases:

Publicidad nativa abierta: se da cuando se publica un mismo contenido publicitario en varias páginas web que tienen en común idéntica temática. Estas pueden ser anuncios integrados en widgets, plataformas de recomendación, webs que unen a anunciantes con «influencers» e incluso notas de prensa o artículos patrocinados en medios de comunicación. Otro medio serían las redes de búsqueda como Yahoo o Google, que permiten a los promotores destacar sus enlaces mediante el sistema de «pago por clic».

Publicidad nativa cerrada: a diferencia de la anterior, va destinada a una sola web y tiene que cumplir tanto el formato como el estilo de esta para quedar bien contextualizada. Se trata de contenidos propios de aquella que incluyen un mensaje promocional patrocinado. Por ejemplo, un artículo sobre coches que destaca las ventajas de una determinada marca. A su vez, estos contenidos pueden ser de tres clases: los creados por los propios redactores de la página, los enlaces que redirigen a la web de la marca y los mensajes publicitarios incluidos en la propia página pero debidamente contextualizados, de tal forma que su carácter comercial pasa casi desapercibido.

Diferencias entre publicidad nativa y marketing de contenidos

Los contenidos son el soporte en que se difunde la publicidad nativa y, esta se parece mucho al desarrollo de los propios contenidos digitales. Por ello, a menudo pueden llegar a confundirse, pero existen matices que los diferencian. Mientras los citados contenidos tienen carácter meramente informativo o de entretenimiento, el «native advertising» debe impulsar al usuario a comprar. En consecuencia, además de ofrecerle información útil, tiene que hacerle sentir interés por lo anunciado y empujarle a adquirirlo. En definitiva, ha de generar conocimiento de marca.

Tanto el marketing de contenidos como la publicidad nativa son dos excelentes maneras de promocionar un producto o servicio. No obstante, probablemente esta última produzca mejores resultados a corto plazo, mientras que el primero da sus frutos a medio o largo, pues, al posicionarse en los mecanismos de búsqueda, genera un mayor número de visitas.

 

En conclusión, la publicidad nativa es aquella que se muestra en una web con cuyos contenidos aparece perfectamente contextualizada tanto visual como literariamente. Es una de las técnicas que más se utilizan para conseguir visitas y ventas online, ya que junto con el marketing de contenidos los resultados se multiplican exponencialmente.

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