En la actualidad el marketing de contenidos, comprar contenido y usar ese contenido para blog y las redes sociales son muy importantes para las empresas y las personas, ya que Internet forma parte de la vida cotidiana de todos y va evolucionando rápidamente para ofrecer cada vez más. Prueba de esta evolución es la llegada de los wearables, dispositivos de tecnología que se llevan puestos, como por ejemplo, relojes y pulseras.
A pesar del interés que despiertan en redactores especializados de todos los sectores del IT, estos gadgets no están teniendo una buena acogida entre los más jóvenes. De hecho, según IPSOS, un 62% de los jóvenes ni siquiera sabe lo que son. Las cifras de ventas del Apple Watch han caído en picado: al inicio, se vendían 200.000 al día y ahora la cifra no supera los 20.000.
Por si fuera poco, la gran mayoría de los vendidos son los más baratos, es decir, los de la versión deportiva. Lo mismo sucede con el Android Wear de los cuales solamente se han vendido 720.000 ejemplares. Así, también el famoso Google Glass está teniendo unos resultados de ventas bastante negativos.
La respuesta al porqué de esta realidad puede venir asociada a una falta de diferenciación entre este producto y los teléfonos normales en cuanto a sus funciones. Entre los jóvenes, según una encuesta recientemente publicada por la red social Tuenti, los wearables se suelen usar principalmente para monitorizar las sesiones de deporte y obtener información relacionada con la salud.
Los más usados son las pulseras, seguidas de relojes, aunque estos no se usan para muchas cosas. Quedan a la cola otros dispositivos como las gafas, ya que casi nadie las compra, al menos en este nicho demográfico.
El 18% de los consumidores jóvenes tiene un wearable, aunque estos llamados millenials no se convencen del uso de ellos puesto que encuentran varios puntos de crítica importantes:
– Las apps que ofrecen y en general, sus funcionalidades, no parecen haber madurado lo suficiente por lo que dejan mucho que desear. Esta apreciación la comparten más de la mitad de los jóvenes que cuentan con un wearable.
– Además, para este target, la duración de la batería de este tipo de gadget es muy corta. El 43% de los encuestados se queja de este problema.
– Otro de los puntos de mejora es la dependencia del smartphone para que el wearable funcione. De este modo, el usuario tiene que llevar consigo siempre los dos aparatos, algo un poco fastidioso para el 29% de los encuestados.
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Es posible que el escurridizo mercado de los millenials empiece a sentirse más atraído por los wearables cuando estos ofrezcan más funciones de fácil uso y atiendan a las principales críticas del sector.