Marketing de contenidos, en su apuesta por conservar su liderazgo, la batería de herramientas desplegada por Google para mantener un umbral de calidad en el contenido para blog, elaborado por los redactores freelance, está básicamente representada por los algoritmos Penguin, Hummingbird y Panda.
¿Cómo funcionan estos algoritmos?
El primero de ellos, Penguin, detecta enlaces poco valiosos o a directorios mediocres, lo que hace indispensable generar enlaces de forma natural que introduzcan valor añadido. Su última actualización, Pigeon, rastrea el gráfico de conocimiento, la corrección ortográfica en los contenidos y el uso de sinónimos, factores todos ellos sobre los que el blogger debe velar celosamente en su estrategia SEO. Hummingbird, por su parte, trabaja la búsqueda semántica y el gráfico de conocimiento, armas de Google para localizar resultados de búsqueda a partir de criterios ambiguos, buscando interrelaciones entre conceptos. Panda penaliza el contenido copiado de otras webs indexadas para ofrecer los mejores contenidos al internauta. Actualizar diariamente un blog supone una ingente inversión de tiempo, teniendo presente que la calidad de cada post para ese blog ha de ser óptima.
Por eso, deben valorarse una serie aspectos que condicionarán la intensidad de las actualizaciones:
– Si el negocio genera mucha información, publicar diariamente largos artículos podría resultar contraproducente, debiendo dilatarse la frecuencia a una o dos veces semanales.
– Respetar una cadencia uniforme de actualización potencia la imagen de profesionalidad, por lo que debe ajustarse el ritmo que honestamente se considere asumible para proteger el estándar de calidad.
– Tratándose de contenido para blog, pensando en su monetización, la frecuencia es capital. Conociendo cómo influyen los algoritmos de Google en los resultados de búsqueda, debe intensificarse el SEO con un meticuloso planteamiento de actualización en cuanto a cantidad y calidad.
En este escenario, el inicio de todo negocio online encierra la incógnita acerca de la frecuencia aconsejable para publicar en su blog. La respuesta a esta incógnita depende de factores intrínsecos al negocio en particular.