Supongamos que tu empresa o marca ya cuenta con un equipo de redactores freelance para la creación de contenidos tanto en página web, como en blog y redes sociales. Quieres posicionarte en SEO y al ver los primeros resultados (difusión, interactuación con los usuarios, retuiteos en Twitter y «likes» en Facebook), te emocionas y quieres seguir subiendo como la espuma, así que vuelves a perfilar el marketing de contenidos y la estrategia para conseguir más fans y seguidores …
¡Cuidado!
Puedes caer en el error de «atosigar» a tu público, a las personas que han dado su voto de confianza; si bombardeas constantemente con noticias sus muros, sus correos electrónicos y otras plataformas, puedes conseguir el efecto contrario: que ese fan o seguidor que tanto esfuerzo te ha costado conseguir , se sienta acosado y vete tus publicaciones.
Sabemos que el contenido es el rey, que la calidad debe primar, que nuestro seguidor debe recordar nuestra empresa o marca, pero debemos tener muy en cuenta la frecuencia con la que nos hacemos presente ante él. De ser un referente en algún sector, podemos llegar a ese esa página «paliza» que no deja de pujar por la atención del usuario. A la larga, éste se cansará y muy probablemente la hayamos perdido para siempre.
Recuerda: «menos es más». Decídete por una menor frecuencia pero ofreciendo siempre la mejor calidad.