La aparición de cada vez más niños influencers en diferentes canales (Internet, televisión, etc.) ha llevado a los responsables a desarrollar una legislación para proteger a estos menores en dos aspectos: los relacionados con las marcas y de sus propios padres o tutores.
No solo podemos referirnos a los aspectos legales, sino que, como te puedes imaginar, los aspectos morales también tienen que tener un peso importante cuando se trata de la aparición de niños en las redes sociales.
Aspectos legales que afectan a los niños influencers
La popularidad de las redes sociales ha provocado que el marketing haya encontrado un nuevo filón para llegar a la audiencia: los denominados influencers. Son personas que han sabido conectar con el público a través de vídeos caseros, fotos amateurs, etc., y que han encontrado en la publicidad una manera de rentabilizar esa influencia.
Mientras que en los adultos el aspecto legal es sencillo y pasa por firmar un contrato, la cosa cambia cuando nos referimos a los menores o influencers con niños que exponen su identidad a todo el mundo, con los peligros que eso conlleva.
Para proteger a los menores de esta sobre-exposición pública, existen una serie de derechos y deberes publicados en la Guía legal sobre niños influencers y que recoge las recomendaciones siguientes. Te las contamos:
- En el material gráfico que se utilice siempre hay que advertir claramente cuándo se está promocionando algo (marca o producto) o cuándo se trata solo de contenidos. Es decir, diferenciar la publicidad de lo que no lo es.
- Con respecto a la publicidad de juguetes, se ha de ser muy claros e informar que es algo pagado o regalado por la marca.
- Los niños no deben aparecer en contenidos que promuevan hábitos de vida o de alimentación que no sean saludables. Ni qué decir tiene que está totalmente prohibido que los menores se pongan en situaciones de riesgo para su salud o su integridad.
- Los derechos de imagen de los niños han de cuidarse y protegerse.
- La propiedad intelectual de terceros debe ser respetada por todos, incluidos los menores.
Si quieres conocer más detalles, puedes consultar la guía en este enlace.
[ctt template=»3″ link=»8bq2d» via=»yes» ]La «Guía legal sobre niños influencers» prohíbe la aparición de menores en contenidos que promuevan hábitos de vida o de alimentación no saludables.[/ctt]
Aspectos morales
Los aspectos morales relacionados con el trabajo de los niños que son influencers son mucho más subjetivos que los legales. Además, hay tantos como opiniones al respecto existen y muy dispares todos ellos.
Seguramente, los padres de los menores verán con buenos ojos lo que están haciendo sus hijos, aunque no todos ellos son capaces de supervisar esta labor y, mucho menos, de controlar sus consecuencias.
En primer lugar, la sobreexposición de los menores en Internet hace que desaparezca de sus vidas la esfera íntima y personal que deberían conservar y que es muy importante para el equilibrio emocional.
En segundo lugar, aunque pueda parecer que todos son alabanzas y que los niños son admirados y venerados, lo cierto es que las redes sociales tienen dos caras y existe un aspecto muy negativo que no puedes perder de vista y puede minar la salud psíquica de cualquier persona: estamos hablando de las críticas o los haters.
Saber que un niño puede estar expuesto a críticas atroces es algo que los padres deberían plantearse mucho antes de que estos se conviertan en influencers, porque luego pasará mucho tiempo antes de que esas cicatrices curen.
Por otra parte, como bien sabes, Internet no tiene fronteras ni ningún tipo de límite y las fotos y vídeos de los menores pueden caer en manos muy inadecuadas que pueden tratar ese contenido gráfico de modo delictivo.
[ctt template=»3″ link=»MN8xd» via=»yes» ]Saber que un niño puede estar expuesto a críticas atroces es algo que los padres deberían plantearse mucho antes de que estos se conviertan en influencers.[/ctt]
Contrato de trabajo de estos menores influencers
Por último, cuando un niño firma un contrato como influencer ya está cruzando la línea que traspasa lo personal a lo profesional, y esto significa que habrá unas exigencias y unos resultados.
Por ejemplo, las empresas buscan cada vez más la excelencia y la originalidad en los trabajos, para atraer la atención de más gente y vender más, lógicamente.
Es función de padres y tutores hacer ver al niño que no todo es diversión en este mundo, sino que, si hay dinero de por medio, se convertirá en un trabajo profesional que tendrá que compaginar con otros aspectos de su vida, como los estudios.
En conclusión, está claro que el mercado lleva tiempo apostando por los influencers como parte importante de sus campañas de marketing, ya que han demostrado que pueden subir sus ventas y movilizar a una parte mayor de la población que usando otras herramientas.
La aparición de niños influencers marca un punto de inflexión en la industria, ya que tienen un marco normativo muy estricto y tendente a proteger los derechos de la infancia, en el aspecto moral y en el legal. Los padres y educadores también tienen que ponerse de acuerdo para establecer los límites morales que debería haber en la exposición pública de los menores, siendo conscientes de los riesgos que asumen y las responsabilidades con las marcas. No se trata ya de un juego de niños, sino de un contrato de trabajo cuyas consecuencias afectarán a la educación del niño.
[ctt template=»3″ link=»7d9P5″ via=»yes» ]Cuando un menor firma un contrato como influencer está cruzando la línea que traspasa lo personal a lo profesional[/ctt]