Las distintas estrategias de marketing son una parte fundamental de la comunicación de las pymes con su audiencia. Sin embargo, algunas de ellas siguen siendo unas grandes desconocidas por parte de los negocios. Es el caso del marketing emocional como parte del brand content.
QUÉ ES EL NEUROMARKETING
Las pymes tienen varias formas de realizar marketing de contenidos. Haciendo referencia a la información pura y dura o apelando, por ejemplo, a las emociones. Esta última manera es lo que se conoce como marketing emocional. El neuromarketing es otra forma de recopilar información acerca del público objetivo de una empresa. Es decir, se busca entender cómo sucede el proceso de compra.
Esta estrategia de marketing, al contrario de lo que muchos empresarios opinan, está al alcance de las pequeñas y medianas empresas.
CÓMO DESARROLLAR UN PLAN DE NEUROMARKETING
Las empresas tienen que ser capaces con su brand content o marketing de contenidos de meterse en la mente de sus clientes. Cómo piensan, qué les gusta, qué es lo que les motiva, etc. Para ello, pueden llevar a cabo las siguientes técnicas:
1. Llamar al consumidor directamente por su nombre: esto permite que el cliente se sienta vinculado a la marca de una forma más rápida y directa.
2. Estímulo, emoción, decisión y recuerdo: la estrategia de marketing produce un estímulo que despierta en el usuario una emoción concreta que inicia el proceso de compra. Además, este estímulo sensorial es capaz de activar el recuerdo del cliente de tal forma que, cuando lo vuelva a sentir, le evoque los valores y características de la marca.
3. La sencillez estimula más el cerebro: no es necesario complicarse la vida con diseños imposibles o ideas difíciles de entender. Se ha demostrado que las cosas sencillas resultan más fascinantes para la mente.
4. La diversión no tiene que dar miedo: algunas empresas piensan que si utilizan una publicidad divertida esta será entendida como poco seria. Todo lo contrario. Los mensajes capaces de producir una sonrisa en el receptor generan una mayor empatía del consumidor hacia la marca.
5. El efecto Zeigarnik: se trata de retar a la mente con imágenes incompletas y mensajes que no aportan toda la información generando, así, intriga en el consumidor. De esta manera se consigue que las mentes de los consumidores se mantengan a la expectativa de conocer todos los datos acerca del producto y/o servicio.
6. Evitar la parálisis de la elección: esta se produce cuando existe demasiada diversidad de opciones. Siempre es más recomendable ofrecer al cliente una misma imagen, un precio relacionado a un producto y un nombre.
Dominar todos los ámbitos emocionales es la clave para que una campaña de neuromarketing sea efectiva. Saber emocionar consigue llevar al éxito a las técnicas de marketing. Las campañas son más efectivas y mejor recordadas por los clientes.