Los mejores redactores han aprendido a manejar y aplicar las palabras sensoriales en función de sus objetivos de comunicación. Por eso es importante profundizar en ellas, para estar más preparados a la hora de crear contenido de calidad.
¿Qué son las palabras sensoriales?
Este tipo de palabras no solo son una forma de comunicarnos, sino que son la mejor forma de expresar nuestros sentidos, aunque también evocan emociones. Gracias a ellas es más sencillo conectar con el mundo y compartir sentimientos.
¿Cómo representan tus sentidos?
1. Olfato y gusto. Las palabras que se pueden relacionar con estos sentidos no son necesariamente las mismas para cada persona. Es decir, la misma palabra o el mismo concepto pueden ser positivos o agradables para algunas personas, a la vez que negativos o desagradables para otras. Por ejemplo, «picante» será algo malo para unas personas y bueno para otras. En cambio, existen algunas, como «rancio», que suelen ser negativas para todo el mundo.
2. Vista. Son aquellos adjetivos que expresan apariencias, formas o colores. Entre ellos puedes encontrar ejemplos como «pequeño», «oscuro», «brillante», «puntiagudo»…
3. Oído. Son las palabras que describen sonidos. Algunos ejemplos son «golpear», «chocar», «chirriar», «pitido»…
4. Tacto. En este punto englobamos aquellas palabras que tienen la capacidad de definir una textura. «Pegajoso», «áspero», «esponjoso», «suave»…
La forma en que te manifiestas cuando escoges unas u otras está relacionada de manera inevitable con tus emociones. Así, puedes notar asco, miedo o alegría, por ejemplo, y tener sentimientos negativos o positivos al escuchar o leer unas determinadas palabras.
Te dejamos otros ejemplos para que el concepto te quede totalmente claro:
– «Maloliente», «asco», «golpear» o «rancio» son palabras negativas que pueden producir asco.
– «Brillante» y «suave» son palabras positivas que producen alegría.
– «Oscuro», de nuevo, es una palabra negativa, pero esta vez evoca tristeza o miedo.
– «Golpear» es otra palabra negativa que puede representar un enfado.
Cómo incorporar con éxito palabras sensoriales a nuestros textos
Tu subconsciente registra los datos sensoriales (tacto, oído, vista, olor y sabor). Esto no es un dato baladí, puesto que, cuando esta información se almacena, se activan ciertas áreas sensoriales del cerebro, lo cual es algo que puedes aprovechar para conectar con tus clientes o tu público objetivo. Para enganchar al lector has de asegurarte de utilizar las palabras adecuadas, de este modo tendrás la posibilidad de convertir más.
Aprovecha el poder de los sentidos
A pesar de todo lo que te hemos contado, no creas que todas las palabras son sensoriales, ya que estas comunican de una forma muy precisa. Retratan imágenes vívidas que se relacionan con los cinco sentidos. En la poesía, ficción y otros géneros se utilizan como ayuda para provocar en los lectores diferentes recuerdos o sentimientos que los lleven donde quiera el escritor.
Gracias a este tipo de palabras ayudas a que tus lectores comprendan mejor lo que está pasando en la historia que estás contando, sin necesidad de mostrarlo de una manera explícita. Se puede decir que muestran cómo se siente un personaje o lo que este espera sin decírselo realmente al lector.
Por tanto, para conseguir redactar contenidos más sensoriales debes encontrar frases clave y escoger las palabras adecuadas. De este modo, tus lectores las recordarán tras haber leído tu contenido.
¿Cómo llevarlo a cabo?
Lo primero de todo es que debes tener las ideas muy claras. ¿Qué quieres transmitir con tu texto? Una vez que lo sepas, tendrás que jugar con los sentidos y escribir para tus lectores. Deberías tener en cuenta lo siguiente:
– Palabras auditivas. Intenta recrear sonidos o utiliza palabras clave que hagan que lo que lean retumbe en sus oídos.
– Palabras táctiles. No conviene alargar las frases, es mejor que sean cómodas y suaves.
– Palabras de movimiento. Los lectores tienen que vibrar y emocionarse con tus contenidos.
– Palabras visuales. Describe las escenas con precisión y pinta cuadros visuales en la mente de tus lectores.
– Palabras relacionadas con el gusto y olfato. La escritura no puede ser sosa, es necesario introducir conceptos con más punch.
Encontrar las palabras exactas no es sencillo, sin embargo, existe una gran cantidad de palabras que son muy precisas.
Para comprender bien todo lo que estamos diciendo, es mejor que lo vivas. ¿Qué te emociona? ¿Qué cosas te ponen la piel de gallina? Para utilizar adecuadamente estas palabras, debes experimentar y jugar con ellas. Las metáforas pueden ser de gran ayuda, ya que facilitan que las personas recuerden ideas o conceptos y que consigan visualizarlos. Para ello, debes comparar ideas abstractas con imágenes.
A mayor creatividad en tus metáforas, mayor será su poder. Aunque parezca complicado, no lo es tanto. Tan solo debes dejar libre tu imaginación para obtener comparaciones reales. No tengas miedo a escribir cosas incorrectas; experimenta y dales sentido.
Si quieres emocionar y divertir a tus lectores, tienes que atreverte a ser diferente, y valerte de las palabras sensoriales es un buen punto de partida. Háblales con el corazón y cuéntales lo que sientes. Hazles sentir contigo.
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